Tal y como comentábamos en el post 1, seguimos detallando las principales conclusiones del estudio sobre la evaluación del liderazgo en empresas 2021 (3ª edición).

La mayoría de las empresas genera una mezcla de información cualitativa y cuantitativa en estas evaluaciones, aunque va creciendo el porcentaje de empresas que basan sus resultados en información cualitativa.

El 78% de las empresas participantes declaran almacenar ambos tipos de información, pero la proporción de aquellas que generan únicamente información cualitativa se ha multiplicado por seis con respecto a la edición anterior (17% vs. 3%), lo que puede ser debido al mayor uso de las reuniones como método de evaluación.

Un alto porcentaje de las empresas pertenecientes al sector de Educación (40%) generan únicamente información de este tipo, y hay el doble de PYME que grandes empresas que lo hacen.

Las empresas latinoamericanas se desmarcan una vez más de la tendencia general, pues un tercio de ellas generan únicamente información cuantitativa, como consecuencia de su preferencia por el uso de encuestas.

Nuestra visión

Como ya hemos comentado en el post 4, se debe tener una relación personal a la hora de evaluar el liderazgo, por ser un tema eminentemente humano, y en el post 7, indicábamos la necesidad de utilizar “conversaciones de valor” o similares para instaurar una cultura de feedback que se asentase en la empresa como algo habitual. Formal pero informal.

La necesidad de medir y de tangibilizar todos estos elementos relacionados con la organización y las personas es algo que se lleva intentando desde hace muchos años. Recordemos el famoso esfuerzo de Kirpatrick para llegar al ROI (Return On Investment, o retorno de la inversión) de la formación.

En muchos casos, creemos que es debido a que si no hablas un lenguaje numérico y relacionado con los indicadores básicos de gestión de una empresa (que son mayoritariamente financieros), no vas a poder transmitir el mensaje en culturas que están acostumbradas a ese más que al de valores, personas, empoderamiento, y, en general, a un lenguaje más humanista y ligado a modelos organizativos green y teal (según la estructura de F. Laloux).

Nosotros somos partidarios de acercar ese mensaje humanista traduciendo a través de herramientas que modelan la realidad organizacional y facilitan su comprensión. Todas ellas basadas en estudios académicos y grupos de investigación que refrendan sus resultados y avalan las conclusiones con ellas obtenidas como el CRQ®, el CQI®, el ALEM®, el NWA®, o el OKM®.

Tampoco ninguna de ellas, como vemos en las conclusiones de la evaluación de liderazgo, se explica únicamente con números, y se tiene que complementar con reuniones de trabajo y contraste, y entrevistas a las personas relevantes para cada tema. Una combinación de lo cuantitativo y lo cualitativo.