El aterrizaje del otoño

No más excusas

Llega como un “inexorable mazo”, un día estás en la playa y al día siguiente, sin darte cuenta, presentas síntomas de “estrés postraumático”.

Hay ciertos comportamientos y situaciones que nos conducen hacia un sentimiento de frustración y una percepción de sobre esfuerzo continuo en el transcurso del último “Q” del año.

Nos ponemos infinidad de excusas, “hay muchas festividades”, “suele haber cierres de año natural”, “es el momento de alcanzar los objetivos anuales”. Aunque desde mi punto de vista, la realidad es que todo es debido a dos grandes “realidades”:

  • Tendencias naturales a no aterrizar las situaciones, los proyectos, las tareas, las reuniones.
  • “Compramos” costumbres y hábitos de “otros”. Por ejemplo: “el primer cuatrimestre siempre es un cuatrimestre “más flojo”, “en el mes de agosto todo está paralizado”.

No soy quien para valorar la veracidad o falacia de estas supuestas realidades, aunque sí creo que algo deberíamos de cambiar para que “el primer cuatrimestre no fuera tan flojo” o que, en el mes de Agosto, todas las personas que trabajen tengan una verdadera sensación de productividad.

Un día estás en la playa y al día siguiente, sin darte cuenta, presentas síntomas de estrés postraumático.”

Pongamos remedio

Por todo ello, quizás sea el momento de trabajar duro en este “Q” y empezar a diseñar modelos y estrategias para el primer “Quarter” del 2023.

Si me lo permitís, os comento lo que yo haría:

  • Aterrizar “las cosas”. O, dicho de otra manera, hacer tangible lo intangible. Los primeros meses del año son ideales para medir, diagnosticar, tomar consciencia, detectar necesidades; utilizar y/o realizar encuestas, preguntar a las personas, recoger sugerencias o malestares. Incluso evaluar el liderazgo (como con nuestro modelo de diagnóstico aLEM®), el alineamiento (como con nuestro modelo de diagnóstico CRQ), la EXperiencia del empleado, la resiliencia organizacional, la adaptación a nuevos modelos de trabajo más flexibles y adaptativos.
  • Aprovechar hasta verano para darle un impulso fuerte al plan de formación y desarrollo, y vinculado al plan de carreras y/o sucesiones y a la evaluación del desempeño, para que se puedan implantar medidas de mejora y corrección de desviaciones hasta final de año.
  • Desarrollar y potenciar a los “líderes”.
  • Comunicar para hacer visible lo que se va a hacer de cara al año que viene. ¡¡Que todo el mundo sepa que hay un plan!!
  • Establecer metodologías para compartir opiniones sobre el año natural ya finalizado.
  • Realizar acciones vinculadas a la cultura organizacional y comenzar el año con todo el mundo “enchufado”.

Es el momento de trabajar duro en este “Q” y empezar a diseñar modelos y estrategias para el primer “Quarter” del 2023.