En noviembre, el teletrabajo, su impacto y (falta de) regulación, es el tema principal del que se habla. La necesidad de modelos híbridos para mejorar el bienestar general, la caída de la productividad, el desarrollo de equipos diversos o la disminución de ofertas de trabajo remoto, son temas que requieren la atención de empleadores y empleados.

Este mes también leemos sobre las distintas tretas que intentan las empresas para conseguir la vuelta a la oficina: FOMO (Fear Of Missing Out) o “miedo a perderse algo”, así como la falta de protección laboral de trabajadores con modelos híbridos, el impacto social, y hasta Canarias como destino preferido para teletrabajar.

Titulares de las noticias de España

  • Gran Canaria es el destino número uno para los trabajadores a distancia este invierno.
  • El modelo de trabajo híbrido se ha vuelto necesario para mejorar el bienestar y los beneficios de los empleados y de la empresa.
  • Las mujeres en España consideran que el trabajo híbrido perjudica su desarrollo profesional.
  • El miedo a perderse algo (FOMO, siglas en inglés) como estrategia para fomentar la vuelta a la oficina.
  • Los trabajadores derivados de modelos híbridos y teletrabajo 100% necesitan protección laboral.

Titulares de las noticias Internacionales

  • Elon Musk sucumbe a la presión laboral y accede a permitir el teletrabajo.
  • La microcomprensión como recurso de liderazgo de empleados en remoto y dispersos.
  • Si bien la pandemia supuso niveles de productividad jamás vistos, esta ha caído en picado, y no se sabe el motivo.
  • El trabajo en remoto está consiguiendo que los equipos sean más diversos.
  • Las empresas buscan formas de hacer que ir a la oficina merezca la pena.

 

1- Sección nacional

El modelo de trabajo híbrido ya parece ser condición sine qua non para mejorar el bienestar y los beneficios de los empleados que, inevitablemente, son también los de la empresa.

El 55 % de las mujeres en nuestro país considera que el actual sistema híbrido de trabajo surgido con la pandemia perjudica su desarrollo profesional, ya que tienen que seguir compatibilizando otras tareas todavía muy enraizadas en el entorno femenino.

Algunas empresas están utilizando el FOMO (Fear Of Missing Out) o “miedo a perderse algo”, que consiste en el miedo a que otros estén disfrutando de unas experiencias que yo me estoy perdiendo, como estrategia para impulsar la vuelta a la oficina.

De acuerdo con los datos de la Asociación Canaria de Espacios Colaborativos, entre enero y noviembre de 2022, llegaron a las islas Canarias 45.800 teletrabajadores. La mayoría llegan desde Alemania (27%), seguidos de Reino Unido (12%), y Países Bajos (10%).

Parece que hay un desalineamiento entre las ofertas de trabajo en remoto (que están disminuyendo), y las peticiones por los empleados.

El teletrabajo disminuye en España con niveles tres veces mayores que antes de la pandemia. La brecha en el teletrabajo entre hombres y mujeres ha desaparecido. Las empresas no han adoptado el teletrabajo como medida de ahorro energético.

En España, el número de teletrabajadores se ha multiplicado por tres desde los niveles prepandemia. No obstante, solo el 9% está cubierto por un convenio que regula específicamente esta práctica.

La regulación va casi siempre por detrás de la realidad. Los nuevos trabajadores derivados de modelos híbridos y teletrabajo 100% necesitan una protección laboral.

Seguimos con el proceso de ajuste de la ley del teletrabajo en los tribunales españoles:

  • El hecho de que sea un mánager el que determine los días específicos en los que el equipo deba acudir a la sede laboral no tiene ningún reproche ni es ilegal.
  • Es aceptable que los jefes puedan pedir a los miembros de su equipo que acudan a la oficina cuando no está previsto y, en caso de que así suceda, el trabajador sea avisado con la “máxima antelación posible”.
  • El trabajador que se vea en la obligación de ir a trabajar presencialmente, por causas no previstas, puede compensar este día o sustituirlo por otro.
  • La empresa dotará a los trabajadores de todos los medios precisos para desempeñar su labor y que asumirá los gastos de reparación o sustitución de los mismos. Las empresas tienen que hacer una enumeración de los costes que un empleado podría tener en el ejercicio de sus funciones desde fuera de la oficina, así como la forma de cuantificación de la compensación que “obligatoriamente debe abonar la empresa”.

     

    2- Sección internacional

    La microgestión es un obstáculo para los empleados; la microcomprensión es, sin embargo, un recurso que ofrece un nuevo modelo para liderar a los empleados que trabajan de forma remota y están cada vez más dispersos.

    El retorno a la oficina no siempre tiene la misma sensación para las personas. A unas les gusta y a otras no, cada una con sus circunstancias. De cualquier forma, hay que hacer que ir a la oficina, merezca la pena.

    Después del impulso a la productividad durante la pandemia, ¿estamos ante un descenso prolongado de la misma? ¿Se está dejando de trabajar tan duro como en la pandemia? ¿Qué otras causas se pueden aducir?

    Elon Musk sucumbe a la presión laboral y accede a permitir el teletrabajo.

    El trabajo en remoto está consiguiendo que los equipos sean más diversos.

    ¡Buena lectura y hasta el mes que viene!