Lecciones que las empresas pueden aprender del deporte (¡primera entrega!)

 En un entorno tan complejo como el actual, el deporte puede ser un excelente espejo en el que las empresas pueden mirarse para convertirse en entornos más atractivos, amigables y efectivos. Evolucionar hacia un propósito común, plantear objeticos retadores y utilizar los valores para generar compromiso, pueden ser algunas de las herramientas para conseguirlo.

El dichoso (por decirlo de forma educada) COVID-19 ha cambiado la forma de pensar (y de actuar) de todos nosotros, no sólo a nivel personal, sino también a nivel profesional. Esta “nueva normalidad” en la que nos encontramos, nos está haciendo replantear, tanto a empresas como a personas, la forma de relacionarnos entre nosotros y lo que nos exigimos mutuamente.

 Como  “pequeño” dato para que quede claro lo que tenemos entre manos: según McKinsey, desde abril de 2021 y en EEUU, cerca de 19 millones de trabajadores cualificados han abandonado su puesto de trabajo: es la ya famosa “Great Resignation”: nadie se siente identificado ni con su empresa, ni con sus valores ni mucho menos, con sus jefes. Te suena de algo… ¿verdad?

 Si echamos un vistazo al mundo del deporte, vemos que es posible (¿porqué no?) darle la vuelta a esta situación: tanto grandes como pequeñas entidades deportivas, son capaces de generar una identidad fuerte y compartida, conseguir equipos comprometidos y cohesionados y generar ejemplos de liderazgo que perduran más allá del deporte.

 ¿Cómo lo hacen? Veamos algunas lecciones que líderes y directivos de HR pueden aprender de la gestión deportiva y reflexionemos sobre cómo pueden (en algunos casos ya se está haciendo) aplicarse en muchos entornos corporativos.  Vamos, de momento, con las tres primeras, dejaremos las siguientes para próximas entregas…

toda organización, por pequeña o tradicional que sea, puede sentar las bases de su ser bajo un propósito que guíe sus formas de hacer, generando un mantra común que pemita inspirar y motivar a todos sus miembros.”

Lección número 1: ten siempre un propósito, una esencia que defina lo que eres

Los Ángeles Lakers, el equipo NBA en el que más ha brillado Pau Gasol, se define como una “organización deportiva cuyo fin es promover valores como la lealtad y la victoria entre sus fans en todo el mundo”. Y este es el propósito que mueve a todas las personas que forman los Lakers en su día a día, que les permite definir unos objetivos concretos y sobretodo, a actuar en base a unos valores.

Aunque tu empresa no aspire a estar en la NBA o ni mucho menos, a ganarla, sí puede aspirar a tener un propósito. Toda organización, por pequeña o tradicional que sea, puede sentar las bases de su ser bajo un propósito o esencia que guíe sus formas de hacer, generando de esta forma un mantra común para todos sus miembros, que los inspire y motive. Simplemente se trata de reflexionar y pensar: ¿para qué estamos aquí? ¿qué nos ha apasionado tradicionalmente? ¿qué podemos aportar a la sociedad? ¿en qué somos mejores o diferentes al resto?

Lección número 2: genera entornos de trabajo atractivos que ayuden a tener a los mejores

El Joventut es un club de la liga ACB que siempre se ha caracterizado por el cuidado de la cantera y por su arraigo social y cultural en la ciudad de Badalona (Barcelona). Cuna de jugadores míticos como Villacampa, los hermanos Jofresa o Ricky Rubio, su modelo de base, centrado en valores como el esfuerzo, el compromiso y la superación; así como la generación de talento diferencial desde la cantera, han sido tradicionalmente sus señas de identidad. Si preguntas a un chaval que vive en Badalona y que juegue al fútbol, te dirá que su sueño es jugar en el F.C. Barcelona. Si el chaval juega al basket, probablemente te dirá que su sueño es jugar en el Joventut.

Siguiendo la estela del Joventut, cualquier organización puede generar unas señas de identidad que les distinga de otras y les permita atraer y generar grandes talentos, personas con ganas de aprender, de crecer y de avanzar. Para ello, es fundamental crear un entorno de trabajo atractivo gestionado por líderes íntegros, ideas claras, posibilidades de desarrollo (movilidad y carrera, formación específica), y unas instalaciones o métodos de trabajo diferenciales (espacios flexibles, work everywhere, etc…)

 

la ausencia de objetivos y roles bien definidos supone una pérdida constante de productividad, de foco, de compromiso y sobretodo, de energía y motivación. Algo insostenible para empresas y personas.”

Lección número 3: pon foco en lo verdaderamente importante y define objetivos y roles concretos

 ¿Te imaginas que en el Alpine – Renault, el equipo de Fórmula 1 de Fernando Alonso, ningún piloto, ingeniero o mecánico, tuviera claro su rol en cada Gran Premio? ¿O que ni siquiera tuviera claro a qué pueden aspirar ese año en el mundial de F1? ¿Cambias tú las ruedas o las cambio yo? Raro, ¿no? Pero hay muchas empresas y personas en esta situación. Te dejo el ejemplo a tu elección, seguro que lo tienes muy cerca…

 Estas situaciones suponen una pérdida constante de productividad, de foco, de compromiso y sobretodo, de energía y motivación. Algo insostenible para empresas y personas.

 Define objetivos claros, medibles, concretos. Y luego un plan para lograrlos, adaptable, alineado a las capacidades y recursos disponibles y que permita tomar lecciones para mejorar de forma continua. Eso se llaman OKRs. No hay más. Define objetivos alineados a tu propósito y establece resultados clave que te ayuden a conseguirlos. Es la metodología de planificación de negocios y personas de moda y hablaremos próximamente de ella más adelante, desde una perspectiva deportiva.

Interesante ¿verdad? Muchas de estas lecciones parecen obvias, pero como todos sabemos, la obviedad suele ser superada por la realidad… En próximas entregas, tendremos más lecciones y el desarrollo más amplio de algunas de ellas… De momento, te invito a reflexionar sobre las anteriores y a ponerte en contacto si tienes cualquier aportación, duda o cuestión…

 

Alfredo

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