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La historia

La Dirección General considera prioritario revisar el modelo de liderazgo como elemento estructural para estabilizar la rotación no deseada, mejorar el clima organizativo y asegurar la sostenibilidad de las áreas operativas más críticas.

Al aplicar el modelo aLEM®, se identificaron discrepancias relevantes entre la percepción directiva y la valoración de los equipos, con puntuaciones inferiores al 30 % en indicadores clave como coherencia, confianza y calidad del feedback. También se evidenciaron dinámicas de liderazgo disfuncional en unidades críticas.

¿Qué se ha conseguido?

El análisis permitió abrir una conversación estratégica en el Comité Directivo sobre el impacto real del liderazgo en la operativa diaria. A partir de los datos, se alinearon criterios, se priorizaron líneas de intervención y se estableció un marco común para actuar con coherencia.

El alcance del diagnóstico se amplió a mandos intermedios y responsables de unidades críticas, lo que permitió construir un mapa claro de riesgos y activar medidas concretas: formación en feedback ascendente, rediseño de los canales internos de comunicación y revisión de los órganos de liderazgo operativo.

Con menos de 10 minutos de dedicación por persona, el modelo aLEM® proporcionó un informe riguroso que fue presentado al Comité de Dirección. Este informe generó una batería de decisiones estructurales que ya están contribuyendo a mejorar el clima, estabilizar equipos y consolidar una cultura de liderazgo basada en datos.

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